LA MIRADA DE NANUK




A lo largo de todos estos años de bagaje por las montañas, son muchos los momentos vividos, muchas las experiencias y los recuerdos, pero sin duda los atardeceres tienen siempre algo especial. Es el instante en que todo busca la calma, las sombras se alargan y el cielo se tiñe de fuego para ir apagándose poco a poco...

La brisa refrescante del atardecer precedida de un cielo que va quedando salpicado de estrellas, anuncia al montañero que es momento de relajarse y perderse con la inmensidad del paisaje. Entonces saco mi cámara y disparo... todo quedo grabado, congelado, para no olvidar esos maravillosos instantes.
Esto no es más que un pellizco al tiempo que transcurre inmutable, una pequeña porción de mi vida pero que me aporta una paz absoluta. En esos instantes no necesito nada más, me siento libre, feliz de existir. Unas lucecitas en la inmensidad de la noche delata nuestra posición y un intenso olor a café se percibe en el aire. Son momentos de calma, momentos para compartir y recordar viejas experiencias.
Estas fotografías no son solo imágenes a color, son mucho más que eso, cuentan en su silencio la plenitud del momento, la intensidad con que lo viví. Espero que al menos estas fotografías puedan transmitiros un poquito de esa pureza que a mi me brindaron en su momento. Y para los que no hayáis probado estas experiencias, un consejo... probarlo alguna vez, es verdaderamente gratificante. Os daréis cuenta de lo poco que necesita el ser humano para ser feliz.
Sin más aquí os dejo un trocito de mi vida que quiero compartir con todos vosotros; que las disfrutéis.

                                                             
                                      Miguel Angel Quereda "NANUK" 







En la cumbre del Plá de la casa, mis compañeros Alfonso y Juan, contemplando el mar de nubes que nos ha brindado la mañana. Un regalo para los sentidos.

"Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, mejor no digas nada" 

El silencio cobra un significado especial en estos momentos ya que el paisaje viene acompañado de su propia banda sonora. Todo está en el lugar que le corresponde, en perfecta armonía, como si se tratase de una sinfonía donde cada nota ocupa su sitio sin desentonar, sin desafinar. Es un "TODO" puesto ahí para nuestro deleite, para los que no solo miramos, sino que contemplamos.
Aquí la poesía cobra forma y se convierte en materia, cielo, tierra, agua, luz y nosotros... diminutos, insignificantes siluetas en movimiento, infiltrados en este inmenso cuadro repleto de pura vida.



Alfonso camina hacia el atardecer, de regreso a casa, probablemente pensando en lo vivido y lo aprendido. De esta vida solo nos llevaremos con nosotros las experiencias vividas, todo lo demás quedará aquí.
"Dame camino y tiempo para caminar que mientras haya una linea en el horizonte que seguir, no cesarán mis pasos y del polvo del camino aprenderé a descubrirme, a ser humilde, a ser humano, a ser libre."
                                                                                                      Miguel Angel Quereda.

Los contrastes de luces y sus cambios. A veces si miramos hacia atrás, el paisaje cambia totalmente y por unos segundos la paleta de colores de un mismo cuadro varía hasta el punto de sorprendernos.



Fotografía tomada a larga exposición a las 02:00h de la madrugada, una noche de luna llena.








El juego de los reflejos, siempre presente hasta en las charcas más diminutas.

Cambio de luces en un mismo paisaje.


 















Por el momento esto es todo. Espero que os hayan gustado las fotografías.
Esperamos vuestra opinión y comentarios.
Un saludo para todos los seguidores.

Pronto volveremos con una segunda parte de "MIS MEJORES FOTOGRAFÍAS".

By "NANUK".