Ruta PASEO POR EL PUERTO DE CANENCIA, MADRID

1-11-2014 
Miraflores de la Sierra y Puerto de Canencia (Madrid)


Comenzamos la ruta en el pueblo MIRAFLORES DE LA SIERRA...



                                                                   La plaza del ayuntamiento.


Esto es lo que queda del famoso álamo que había en la plaza del pueblo. Un triste tocón convertido en una jardinera.

Tras tomar un café en uno de los bares de la plaza y comprar algún souvenir, dejamos Miraflores y nos ponemos en camino hacia el Puerto de Canencia. Nuestra intención era la de pasar un tranquilo y agradable día en el monte, pero en lugar de tranquilidad encontramos que en el parking ya no cabían más coches y por todas partes habían grupos de gente con cestas en busca de setas.
Estaba claro que elegimos un mal día si lo que buscábamos era el silencio y la quietud de estos parajes. A pesar de todo aparcamos el coche y decidimos ponernos en camino por la senda botánica.


           Durante el camino podemos ver Trepadores azules, una especie abundante por esta zona.





El otoño llega tarde y son pocos los arboles que muestran el colorido típico de esta estación. Los helechos que encontramos muestran un tono amarillento y oxidado tal vez por la falta de lluvias de este año.


                                         A los lados del camino vemos helechos, la mayoría secos.

                                                                    Chozo de pastores.


                       




                     Un momento de conexión entre el paisaje y el sonido de la flauta nativa americana.









                                      Nos encontramos con algunos miradores por el camino.



El merendero cerca del aula de naturaleza (cerrada) y un prado donde estaban los buscadores de setas y las familias comiendo mientras disfrutaban de las vistas.



              
                En este momento nos desviamos y continuamos por la senda de largo recorrido.


                      Cerca de la senda nos encontramos con varios montones de setas desechadas.










                Subimos a un lugar alto para estar a solas y poder observar el paisaje mientras comemos.
                      Por la subida vimos montones de tierra por todas partes acumulada por los topillos.

                                         CHICHARRA TERRESTRE (HEMBRA).


                 Cualquier lugar que sea alto y abierto en la montaña es perfecto para tocar la flauta.

                                         PIQUITUERTOS. Arriba, hembra.        
                                                                         Abajo, macho
                               
Patry anotando los detalles de la ruta y los nombres de las aves que hemos visto por el camino.

             Mi flauta Nativa, la que ahora vendrá conmigo siempre en mis salidas al monte.

Una bandada de unas 90 grullas sobrevuela sobre nosotros mientras comemos algo y contemplamos el paisaje



Un BUITRE solitario se deja llevar por las corrientes térmicas y lo vemos pasar varias veces a lo largo de la mañana.



Estas son algunas de las setas que encontramos durante el recorrido, pero el tema de la recolección lo dejamos para los entendidos en la materia.















        A esta altura decidimos dar la vuelta por un camino alternativo, ya que estaba atardeciendo.

                                                         Una larva de luciérnaga salvada del agua.




                      A la vuelta caminamos a través de algunos cortafuegos para acortar el camino.

   En el camino de regreso pudimos disfrutar de la tranquilidad que echamos de menos en la subida,                                   ya que a estas horas se habían marchado prácticamente todos.







Durante todo el recorrido observamos las siguientes especies de aves: buitre leonado, trepador azul, milano, rabilargo, piquituerto, agateador común, pinzón vulgar, arrendajo, grulla, cuervo, estornino, herrerillo capuchino, carbonero garrapinos, mirlo, petirrojo.

Miguel y Patry.