Una acción totalmente irresponsable provoca la perdida del caudal de la charca en plena época de cría.
Hoy hemos vivido un capítulo un tanto surrealista en la desembocadura del río Algar.
Al llegar al río nos sorprendió lo bajo que estaba el caudal y aún nos sorprendió más el ver que se debía a que habían abierto un gran boquete en la misma salida del río al mar, permitiendo así la fuga de casi la totalidad del agua que conforma la charca, dejando esta convertida en un lodazal, por donde polluelos y adultos permanecían expuestos, deambulando un tanto desconcertados entre la vegetación.
Algunas de la aves como gaviotas y garcillas aprovecharon la ocasión para hacerse con un gran numero de presas que no tenían escapatoria ya que gran cantidad de animalillos quedaron totalmente a merced de sus depredadores...
En la lámina a duras penas quedaba poco más de un palmo de profundidad, la justa que forma la corriente de agua que sale directa al mar sin llegar a estancarse.
Al parecer la orden de esta brillante maniobra venía de un miembro del ayuntamiento de Altea ( según parece para evitar tantos mosquitos ) dando salida al agua de la charca, causando un desastre absoluto y alterando tanto el comportamiento de los animales como el medio, provocando ademas la muerte de cientos de anguilas que más tarde fueron apareciendo aplastadas entre las rocas.
Al ver el estado del río procedimos inmediatamente a dar constancia de ello a las autoridades pertinentes (siempre contando con la ayuda de Toni Zaragozí ) quien enseguida tomó cartas en el asunto y gracias a esta rápida intervención, esta misma tarde se dió la contraorden de taponar la salida del rio para que la charca volviese a su estado.
Durante largo rato, Patricia Busquets, Jose Alcaraz y yó nos dedicamos a intentar devolver a la charca a las anguilas que íbamos encontrando entre las rocas, algunas de las cuales salieron nadando al devolverlas al agua pero otras tantas no corrieron la misma suerte y aparecian aplastadas por el movimiento del terreno.
Esta acción tan irracional ha provocado un gran número de bajas entre las anguilas que aquí habitan así como un numero indeterminado de tortugas que han sido arrojadas al mar con la corriente.
Las imágenes que vienen a continuación hablan por si solas.
El lamentable estado en que encontramos la charca.
Momento en que la excavadora volvía a taponar la salida del río.
Jose Alcaraz comprobando el taponamiento de la desembocadura tras marcharse la excavadora.
Momento en el que comenzamos a buscar anguilas para devolverlas al agua.
Algunas de las anguilas que encontramos muertas, aplastadas por el movimiento del terreno.
Este es un claro ejemplo de lo delicado que es este ecosistema como para que por antojo de algunos "individuos" se actúe de esta manera tan inconsciente. Esperemos que las autoridades pertinentes tomen las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir y se castigue a la persona o personas responsables de tal negligencia.
Momento en que la excavadora volvía a taponar la salida del río.
Jose Alcaraz comprobando el taponamiento de la desembocadura tras marcharse la excavadora.
Momento en el que comenzamos a buscar anguilas para devolverlas al agua.
Algunas de las anguilas que encontramos muertas, aplastadas por el movimiento del terreno.
Este es un claro ejemplo de lo delicado que es este ecosistema como para que por antojo de algunos "individuos" se actúe de esta manera tan inconsciente. Esperemos que las autoridades pertinentes tomen las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir y se castigue a la persona o personas responsables de tal negligencia.
Una gaviota patiamarilla aprovechando el bajo caudal para darse un festin de anguilas.
Los polluelos quedaron expuestos sobre el lodazal. En este vídeo una cría de calamón.
Polluelos de focha
Otra oportunista sacando partido al bajo caudal, una garcilla cangrejera.
Nuestra amiga la gaviota ( a la que ya tenemos fichada por el día que se tragó un polluelo de focha) hoy andaba merodeando en busca de victimas ya que hoy tenia donde elegir.
A este ejemplar de gaviota se la reconoce rápidamente por tener un sedal con un anzuelo clavado a la pata.
Se la puede ver con la pata ennegrecida y colgando, otro resultado de los pescadores que por aquí andan a sus anchas sin ningún tipo de control.
Los polluelos expuestos hoy eran presa fácil para cualquier tipo de depredadores.
Calamón con sus polluelos.
Sobre las 7 de la tarde la charca empezaba a recuperar parte de su caudal, pero sin duda ha sido un duro golpe para la fauna del entorno.
Fotografias de Patricia Busquets y Miguel Angel Quereda ( EL MOCHUELO CURIOSO ).
Calamón con sus polluelos.
Sobre las 7 de la tarde la charca empezaba a recuperar parte de su caudal, pero sin duda ha sido un duro golpe para la fauna del entorno.
Fotografias de Patricia Busquets y Miguel Angel Quereda ( EL MOCHUELO CURIOSO ).