CHEFCHAOUEN, MARRUECOS.

27-9-2016       BIENVENIDOS AL UNIVERSO AZUL DE CHEFCHAOUEN

Después de pasar 4 días por el desierto y visitando pueblos bereberes, decidimos ir a esta preciosa ciudad. Nos sorprendemos al ver que se diferencia bastante de otros lugares como Fez o Marrakech. Un buen lugar para relajarse, pasear, y si te gusta la fotografía disfrutar con cada rincón. Esta rodeado de naturaleza, así que también podrás hacer bonitas rutas por montaña...


Fundada en el año 1471 por Moulay Alí Ben Rachid, es capital de la provincia del mismo nombre Chefchaouen, en la región de Tánger-Tetuán. Situada al norte de Marruecos, en la cordillera del Rif. 

El color azul predomina en sus calles. Según dicen hay 2 teorías de porque esta tradición de pintarlo todo de azul. Una de ellas dice que fueron los refugiados judíos (que llegaron huyendo de los Reyes Católicos de España) los que empezaron a pintarlo todo de este color para diferenciarlo del color verde del Islam. La otra teoría dice que este color espanta a las moscas y mosquitos. Las casas tienen una combinación de arquitectura andaluza, judía y musulmana.

Lo que esta claro es que siguen pintando las calles de esta forma tan característica por el turismo que atrae, del cual vive principalmente esta pequeña ciudad; aparte de las grandes plantaciones de marihuana que hay en los alrededores; Chefchaouen es el principal centro de producción de Hachis de todo Marruecos. Aun así nos sentimos bastante seguros paseando por sus calles, eso si, alguna que otra persona nos ofreció "porritos" amablemente y hablándonos abiertamente de su trabajo como si estuvieran orgullosos de ello. También suelen ofrecerte visitar las plantaciones por un módico precio... Nosotros rechazamos todas las propuestas con una sonrisa y no hubo problemas.
En general la gente que vive aquí es bastante amable. Como en todo el país a los marroquíes no les gusta que los fotografíen. La mayoría nos giraron la cara, se enfadaron o nos pidieron dinero (sobretodo los niños). Según hemos escuchado creen que al hacerles una fotografía les robas el alma, aunque también suponemos que estarán cansados de que cientos de turistas les fotografíen cada día.

Si decides viajar a este exótico país volverás con mil anécdotas que contar.  



Camino de Fez a Chefchaouen en bus (tardamos 1 hora aprox) pasamos por varios poblados, nos llamó la atención lo precarios que son los medios de transporte que utilizan los habitantes, carentes de medidas de seguridad.





      Una de las fuentes que podemos encontrar mientras damos un paseo. Se cuida mucho la estética           de la ciudad y los pequeños detalles.





Para alivio nuestro, los vendedores de las tiendas no son tan insistentes y pesados como los de Marrakech (donde acabas harto). Eso si, el regateo es costumbre en todo el país.






Plaza Uta el-Hammam. Al fondo podemos ver la torre octogonal que pertenece a la Gran Mezquita del siglo XV. A la izquierda vemos la Alcazaba construida en el siglo XVII.

En un par de ocasiones comimos en el restaurante Casa Aladín. Parece ambientado en la película de Disney, Aladín. Se come bien, el couscous estaba muy bueno, y el precio económico, como en la mayoría de restaurantes de Marruecos. Como recomendación (esto va para todo el país) beber siempre agua embotellada, rechazar el hielo en las bebidas y intentar no comer ensalada. Aunque es casi inevitable sufrir una gastroenteritis, llevad siempre medicamentos antidiarreicos.






Esta es una de las calles mas bonitas de Chefchaouen, casi tuvimos que hacer cola para poder sacar unas fotos a pesar de estar en temporada baja.





Es común además del regateo el trueke. Nosotros intercambiamos una linterna frontal recargable por una daga bereber.
Verás muchos gatos, pero sorprendentemente no verás ningún perro. No parece común tener perros como mascotas en este país.



Desayunos típicos en Chefchaouen: Zumo de naranja, té de menta, crepes. tortitas, mantequilla, mermelada, miel, pan...Todo delicioso.
Lala Mesouda ¿Museo o restaurante?.
Al pasar frente a este restaurante no pudimos evitar la tentación de entrar a tomarnos algo, su decoración da la impresión de ser un lugar caro de esos de los que te cobran hasta por respirar, pero nada más lejos de la realidad. Un lugar con verdadero encanto aunque nosotros no llegamos a degustar sus platos ya que acabábamos de comer en Casa Aladin.




Deliciosos roscos fritos recién hechos (parecidos a los buñuelos) que compramos por 1 dirham (unos 10 centimos) En Marrakech nos cobraron 10 dirham (1€) por los mismos dulces.






Casa la Hiba; lugar donde nos hospedamos 1 noche, totalmente recomendable, tiene una terraza preciosa y un precio económico.







                     Pequeña mezquita, donde a los no musulmanes nos es prohibido entrar.





                                                                    Lavadero
Los marroquíes se las ingenian para hacer negocio de cualquier manera a costa de los turistas.
En estas fotos podemos ver a una mujer vistiendo las ropas típicas de la ciudad y a su lado encontramos un avestruz con el que poder fotografiarte, siempre a cambio de unos dirhams.

Vistas de la ciudad desde la ermita.





Recomendamos subir al atardecer  a la Mezquita del Buzafar, donde se concentran los turistas armados con sus cámaras esperando la puesta de sol . Hay un pequeño sendero de tierra que te lleva hasta esta "mezquita española", así la llaman porque fué construida por los españoles en 1930 como iglesia católica. Poco después fué abandonada. Un detalle curioso, la llamaron Buzafar (significa gran mostacho), ya que el constructor tenia unos grandes bigotes.
En esta página podréis ver como se reconstruyó la mezquita:
http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=503024&page=9

                                                      Antiguo cementerio musulmán.









Marruecos tiene una gran cantidad de yacimientos de fósiles y minerales, los cuales podrás encontrar a la venta en prácticamente cualquier pueblo, ciudad e incluso puestos improvisados en carreteras. Hay que tener en cuenta que hay mucha falsificación sobre todo entre los fósiles y no siempre es fácil diferenciarlos.

                                                     




Un lugar repleto de encanto al que volveremos con toda seguridad.