SUBIDA DESDE PUENTE PONCEBOS A BULNES.
2-10-18
BULNES.
Trazado de la ruta. 4 Km. (ida ). desde puente Poncebos.
Este recorrido es un clásico para los visitantes de los Picos de Europa. (Asturias)
Hasta el 2001, fecha en que se inauguró el funicular, este sendero era la única forma de acceso a la villa, ya que no existe carretera alguna para llegar al pueblo.
El sendero asciende entre paredes y junto al río, que en algunos puntos se pierde de vista en el fondo del barranco, para ir cobrando altura poco a poco hasta llegar a unas pequeñas praderas donde ya se suaviza la pendiente, lo cual nos anuncia la proximidad a la villa.
Río Cares.
Milano real ( Milvus milvus).
Punto en el que abandonamos la carretera para iniciar el ascenso a Bulnes por el famoso sendero.
A pesar de ser entre semana y fuera de temporada, encontramos gran cantidad de coches aparcados en la carretera, ya que desde aquí da comienzo también, la famosa ruta de la garganta del Cares.
Nada más cruzar el segundo puente, afrontamos una fuerte subida en zig-zag, la cual recomendamos tomar con calma sobre todo para los que no están acostumbrados a hacer rutas por montaña.
Desde un alto, frente a nosotros, encontramos la segunda subida.
Probablemente sea este el tramo más duro del recorrido.
Merece la pena ir haciendo paradas y disfrutar del paisaje.
Una vez que nos hallemos a la altura del río, podremos dar por superado lo peor del camino.
A lo largo del camino a malas penas nos cruzamos con cuatro o cinco personas, lo cual nos permite disfrutar de la tranquilidad del lugar.
En verano esa ruta junto con la del Cares y Covadonga, son de las más concurridas, por lo que recomendamos evitar esas fechas.
En verano esa ruta junto con la del Cares y Covadonga, son de las más concurridas, por lo que recomendamos evitar esas fechas.
En este punto, podemos elegir entre subir directamente a "Bulnes de arriba" ( por nuestra derecha ), o seguir hasta "Bulnes" ( por la izquierda ).
Dado que nosotros subimos tarde y andamos justos de tiempo, decidimos ir directamente por el camino principal, pasando por la entrada al funicular, el cual ya encontramos cerrado.
En la imagen de arriba podemos ver la separación entre Bulnes de abajo (izquierda) y Bulnes de arriba (derecha).
Si nos fijamos, en la parte de la derecha de la foto, vemos la bifurcación que hay poco después de pasar una casita y como asciende en zig-zag para acceder directamente a la parte alta del poblado.
Entrada al funicular de Bulnes.
Para lo corto que es el trayecto del funicular, encontramos los precios verdaderamente exagerados, teniendo en cuenta que discurre bajo tierra y ni siquiera tenemos buenas vistas del recorrido. De todos modos, nosotros recomendamos la subida por el sendero, siempre que nos encontremos en condiciones.
Una opción más cómoda es la de subir con el funicular hasta aquí y luego hacer la bajada por la ruta, pero creemos que es este precisamente el problema (el fácil acceso) por el que se satura la villa y no dispone de recursos o servicios suficientes para afrontar estas masificaciones, lo que ocasiona (entre otras cosas) que se acumulen los residuos.
Una opción más cómoda es la de subir con el funicular hasta aquí y luego hacer la bajada por la ruta, pero creemos que es este precisamente el problema (el fácil acceso) por el que se satura la villa y no dispone de recursos o servicios suficientes para afrontar estas masificaciones, lo que ocasiona (entre otras cosas) que se acumulen los residuos.
Vista aérea de Bulnes.
Como se puede ver, la villa, a malas penas son dos calles.
Una vez en el pueblo, tan solo nos cruzamos con cuatro personas y ni siquiera encontramos un lugar donde tomarnos un café, ya que está todo cerrado.
Mirlo acuático
En estas fechas, la tranquilidad vuelve a esta pequeña villa, donde el tiempo parece haberse detenido hace mucho. Tan solo se oye el borboteo del agua entre las rocas y el tintineo de los cencerros del ganado que pasta plácidamente en los prados bajo las paredes de roca.
Tras la temporada de verano, este es el lamentable estado en que encontramos Bulnes, con las basuras acumuladas, las cuales parece ser que nadie se hace cargo de bajar.
Unas pintadas en protesta por este abandono por parte de las administraciones competentes.
Antes de bajar, hacemos una parada junto a la entrada del funicular para comer algo y abrigarnos un poco.
A paso algo más acelerado que en la subida, vamos recorriendo el camino de bajada, pues el sol ya hace rato que desapareció detrás de las montañas y pronto oscurecerá.
Un pequeño residente se nos cruza en el camino.
Llegando al final del camino nos sorprende la noche y al final tuvimos que hacer uso de la linterna.
Como es bastante habitual en estos lugares, a lo largo del camino encontramos varios clavos de los herrajes de las mulas o caballos, los cuales utilizaban para subir comida y materiales varios.
Me ha emocionado mucho ver estas fotos......han sido muchas la horas, los dias, las semanas. los meses los años en los que yo era un habitual de los Picos de Europa, de PICOS (como deciamos entre nosotros). Caminar, trepar, escalar en roca (llegar a la cumbre del Picu y vivaquear en ella fue algo homerico), subir con un mochilon por esas duras canales, alcanzar una cumbre y bajarla con los esquis, salir de Beges y aparecer diez dias despues en Covadonga con media docena de cumbres en la mochila,..... con calor-frio-ventiscas-temporales invernales de gran dureza y riesgo, lluvias sin fin y las sempiternas nieblas de Picos. Aprendi mucho con humildad y sacrificio.......despues los vientos me llevaron hacia otros horizontes, siempre en las montañas. Y ahora sigo aprendiendo y disfrutando en las montañas, pero sobretodo es muy gratificante comprobar como la semilla fructifica y nuevas generaciones siguen nuestros pasos con una gran pasion, con un gran respeto en algunos casos (como el que nos ocupa). FELICIDADES AMIGOS, volved, Picos nunca os defraudara.
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